jueves, 11 de febrero de 2021

los tsunami

                                                                            los tsunami 

Origen de un tsunami

Los terremotos "tsunamigénicos" generalmente están asociados a zonas de subducción. Dado que muchas zonas de subducción se encuentran bordeando la cuenca del Pacífico, la gran mayoría de los tsunamis ha ocurrido en el Océano Pacífico. Las mayores concentraciones están bién definidas: América del Sur y Central, Alaska, Islas Aleutianas, Península de Kamchatka, Islas Kuriles, Japón y el Pacífico Suroeste.

Una vez generado el tsunami, las olas viajan sobre la superficie del océano en todas las direcciones en forma de anillos concéntricos.

Sus características difieren notablemente de las olas generadas por el viento. Toda onda tiene un efecto orbital que alcanza una profundidad igual a la mitad de su longitud de onda; así una ola generada por el viento sólo en grandes tormentas puede alcanzar unos 300 metros de longitud de onda, lo cual indica que ejercerá efecto hasta 150 metros de profundidad.

Los tsunamis tienen normalmente longitudes de onda que superan los 50 kilómetros y pueden alcanzar hasta 1000 kilómetros, en tal caso el efecto orbital es constante y vigoroso en cualquier parte del fondo marino, ya que no existen profundidades semejantes en los océanos.

Por consecuencia el paso de un tsunami en océano profundo no se puede detectar por una embarcación, pues es imposible observar el cambio de nivel del mar del orden del metro con un período de 20 minutos sobre una longitud de onda de 200 km. Por lo tanto, las embarcaciones sólo estarán en seguridad en alta mar y no en los puertos a diferencia de los oleajes.

La velocidad de las ondas del tsunami sólo depende de la profundidad del océano.  Al llegar a la costa las olas pueden alcanzar grandes alturas y contener suficiente energía como para ocasionar graves daños a las viviendas, estructuras costeras y a los pobladores.

Para que se genere un Tsunami deben presentarse las siguientes condiciones:

  1. Que el Epicentro del sismo esté en el mar o una parte mayoritaria de su área de ruptura, esté bajo el lecho marino y a una profundidad menor a 6O km (sismo superficial).
  2. Que ocurra en una zona de hundimiento de borde de placas tectónicas, es decir que la falla tenga movimiento vertical y no sea solamente de desgarre con movimiento lateral.
  3. Que el sismo libere suficiente energía en un cierto tiempo, y que ésta sea eficientemente transmitida.

Respecto al punto, el estado actual del conocimiento científico sobre la condición no es suficiente, pues no se ha llegado aún a ningún modelo teórico ni método operacional totalmente satisfactorio que permita determinar si un sismo es tsunamigénico (produce tsunami) o no, ni de que "tamaño" (magnitud, intensidad, o altura de olas) será ese tsunami generado. Tradicionalmente se usó como indicador de certeza de generación de tsunami, que la Magnitud del sismo (Ms) fuera mayor que 7.5, sin embargo este no es un indicador confiable para sismos muy grandes o de duración larga (mayor que 20 segundos).

Se han producido sismos de Magnitud Ms menor que 7.O, pero de larga duración, que han producido tsunamis extremadamente grandes respecto de lo esperado (se denominan Sismo-Tsunamis o lentos y un ejemplo es el tsunami destructivo ocurrido en la Fosa Mesoamericana frente a Nicaragua en Septiembre de 1992). Hay consenso actualmente en que el Momento Sísmico (Mo), que es proporcional al área de ruptura y a la dislocación vertical de la falla, y que se determina de los registros de sismógrafos de banda ancha, es el parámetro que mejor estima la certeza de generación de tsunamis para Mo mayor que 1022 Newton-metros.

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